PSICÓLOGOS MEXICANOS ANTE SITUACIONES DE DESASTRE... 13 La Asociación Psicoanalítica Mexicana (APM) también participó en la ayuda psicológica en diversos niveles y formas. Una tesis que orientó buena parte de su acción fue que los medios de comunicación masiva tuvieron el principal papel etiológico en el trauma psicológico observado tras los sismos (Palacios, Cueli, & Camacho, 1986). La ruptura de la comunicación telefónica nacional llevó a una sobrecarga emocional de los canales de comunicación masivos, aunados a la magnitud ya de por sí desproporcionada del desastre. Se calculó que en horas pico, los sismos atrajeron la atención de más de 20 millones de telespectadores, así como del total de la población nacional por radio. De esta manera, el trauma psicológico fue magnificado, aún más tras el segundo sismo. Ante esta tesis, algunos miembros de la APM se abocaron principalmente a la atención de población joven, considerada como más afectada. En un programa especial dirigido a niños, se asisitió a 48 escuelas (Cuevas y Noriega, 1986) con terapia grupal. Dupont (1986) menciona que la APM trabajó en la capacitación de multiplicadores de apoyo psicológico en la asistencia directa a damnificados en los albergues, así como en casos especiales de damnificados que estuvieron atrapados en los escombros (Remus, 1986). Tras la reacción casi instintiva que manifestaron los psicólogos al momento del sismo, Reyes y Elhai (2004) presentaron cinco tipos de intervención para la atención en desastres. 1. Atención en crisis centrada en mitigar el estrés emocional, vincular a los sobrevivientes con los recursos disponibles en la comunidad y ayudar a la creación de un plan de recuperación a corto plazo en el que se aseguren las necesidades básicas para procurar un bienestar futuro. 2. Psicoeducación como herramienta de prevención para la actuación posdesastre; se propone preparar a las poblaciones en riesgo para afrontar los desastres de manera asertiva, clara y
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