Estrés postraumático causado por sismos Bases teóricas 156 En otras palabras, la resiliencia está formada por la construcción que se hace de la realidad, su explicación, la búsqueda de sentido, la conducta que se deriva y la toma de conciencia. Por su parte, Vanistendael y Lecomte (2002) observaron y estudiaron a niños que se enfrentan a peligros, riesgos y propios temores; concluyeron que hay dos elementos fundamentales en la constitución de la resiliencia, los vínculos y el sentido. Es decir, observaron que los chicos con resiliencia pudieron establecer una relación fuerte con uno o varios adultos que les han permitido desarrollar confianza, simpatía y comprensión mutua. Estas personas pueden ser los padres o uno de ellos, un miembro de la familia extensa, un amigo de mayor edad, un maestro, entre otros. Bienestar psicológico y autocuidado El concepto de bienestar psicológico ha sido uno de los pilares de la psicología positiva. Se desprende, por un lado, de la tradición griega, en particular de las ideas del filósofo Aristóteles; por otro, de la propuesta más reciente de Jahoda (1958), quien desarrolló los criterios que podrían ser considerados indicadores de salud mental. Jahoda (1958) fue la primera en señalar que era posible considerar determinados síntomas que indicaban la presencia de salud mental. En la época que publicó esta clasificación no tuvo mayor impacto y quedó en el olvido. La atención de la psicología clínica estaba puesta en resolver problemas y quitar –síntomas de malestar–, no en promover el bienestar. En esos años, hubo cambios en la visión de los profesionales de la salud, que llevaron a la inclusión de temas como calidad de vida. El impacto de este nuevo enfoque fue tal, que se incluyó en las agendas políticas. Desde la misma Organización Mundial de la Salud (OMS, 2004) surgió una definición de salud mental y presentó algunos de los modelos que han contribuido a entender la salud mental positiva, entre ellos, se encuentra de Jahoda (1958).
RkJQdWJsaXNoZXIy MTI3NTM=