Estrés postraumático causado por sismos - Bases teóricas

RESILIENCIA ANTE SITUACIONES DE DESASTRE 167 positivos (Fredrickson, 1998). Algunos ejemplos: cuándo niño, ¿tenías algún juguete o juego favorito?, ¿recuerdas si alguien te abrazaba o besaba porque te quería mucho? Cuéntame un día que te sentiste especial por algo; nárrame un día en la escuela que fue de gran alegría y diversión para ti. 4. Imaginar un futuro diferente. Pedir a la persona que imagine diversos escenarios posibles, o bien, su futuro ideal, y que logre describirlo de manera detallada, quizá con colores, olores y sensaciones, ayudará a concentrarse en una posible solución. Eguiluz (2012) recomienda pedir a la persona que, por espacio de 15 minutos, todos los días, piense en la posibilidad de que el problema que ahora le aqueja haya desaparecido, y se responda con claridad y precisión las preguntas: ¿qué estaría haciendo?, ¿dónde estaría?, ¿cómo me sentiría?, ¿quién o quiénes se darían cuenta), y ¿cómo notarían los demás que el problema había desaparecido? 5. Practicar la amabilidad. Lyubomirsky (2008) propone practicar la amabilidad como una estrategia que incrementa la felicidad. Es importante decidir qué hacer, con qué frecuencia y con qué intensidad. Sus investigaciones muestran que elegir un día de la semana y ese día y ningún otro, realizar un gran acto amable nuevo y especial, o bien, entre tres y cinco pequeños actos de amabilidad. Como bien señala la autora, es posible que ya se estén realizando actos de amabilidad, por ello es necesario hacer algo diferente y nuevo, para que salga de la rutina. Otro dato importante que surge de sus investigaciones es que, si una persona varía sus actos de amabilidad permite que sigan brindándole los beneficios que se derivan de ello, como felicidad, autoestima y agradecimiento. 6. Diario de gratitud. Seligman (2006) promotor de la psicología positiva, retoma el trabajo de Emmons sobre la gratitud y sugiere llevar un diario personal durante dos semanas, en la que

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