Estrés postraumático causado por sismos Bases teóricas 2 Por su parte, Campuzano et al. (1987) establecen una primera división sobre los desastres, referida a aquellos ocasionados por los hombres o sociales, como incendios, explosiones o guerras; y una segunda división para los naturales, cuya característica principal es ser menos previsibles, como terremotos, inundaciones, avalanchas, maremotos, tifones y erupciones volcánicas. Desde un punto de vista sociológico, un desastre puede entenderse como una situación que forma parte de una categoría más amplia y produce una importante tensión colectiva, disparada cuando varios miembros de un sistema no reciben apoyo (Labra y Maltáis, 2013). Intervención ante un desastre En la mayor parte de los casos de un desastre es posible intervenir para atenuar los efectos negativos o evitarlos (Myers, 2006). En términos de prevención, los expertos recomiendan a la sociedad medidas básicas y universales como las siguientes: 1. Elaborar planes de emergencia para los servicios de asistencia gubernamentales y no gubernamentales, con el objetivo de estar en condiciones para actuar rápida, eficaz y coordinadamente. 2. Crear equipos de intervención especializados en cada tipo de desastre, en especial los que ocurren constantemente en la región. 3. Poner en marcha sistemas de monitoreo para detectar las señales de catástrofe inminente, por ejemplo, actividad volcánica o formaciones meteorológicas antecesoras de huracanes. 4. Estudiar sistemáticamente la región para identificar y eliminar situaciones u objetos que puedan agravar los efectos del desastre, por ejemplo, limpiar las ramas secas de los bosques para evitar incendios, reforestar zonas susceptibles de inundación, entre otros.
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